Uno al principio quiere debatir
estar en ese salón
que es más como un corredor
plagado de conversaciones
y lámparas no exactamente
funcionales, poco prácticas incluso
para iluminar el mínimo rincón
donde reptan las ideas tímidas,
algunas meditaciones lejanamente
románticas sobre esta acción.
Adolescentes convexos, sin otra
naturaleza que sudar y empañarse.
El corredor sigue hasta una sucesión
de máquinas de feria y puestos de entretenimiento
donde uno puede tomarse la foto,
ganar premios y decir opiniones
sobre la caducidad de las lámparas,
pero también la importancia de las lámparas.
Algo como: al principio es difícil saber si se habla solo
o sobre nada.
Month: July 2020
Eres continuamente otro
Se podía caminar en el tren, estrechar
el inhospitable sermón de los mendigos
comprar sus galletas,
mecerse en un carro extraño
por la ciudad, escuchar sobre el submundo
de los boxeadores cansados, divorciados,
peleando por 300 pesos, 400 pesos,
conduciéndome, entonces, a la Universidad.
Se podía sobre todo escuchar,
ahora que todos huimos,
estos cuentos de hábitat.
Hacer sonidos con la boca, exhalar por la nariz,
bajar y subir adecuadamente
las cejas;
cómplices abatidos
de una complicada y espectral
supervivencia.
Curiosidad de los depiladores
En la penumbra conocida de la habitación
se desarrolla algo más que sólo el día
En esa indiferencia de la hora en que se
despierta el cuerpo, aún rememorando
En esa imagen del sueño que pervive tiesa
como un movimiento pasivo y acostumbrado
En la entrepierna, como un lente de una cámara
que sigue enfocando sobre un punto indivisible
En alguna parte de la espalda que se prende y
se apaga; la piel que oscila hasta recordando
En la medida en que el hábito logra separar
la ausencia giratoria y tomada del cuerpo
En un bostezo que sigue quemando y hunde
aquella luz con mucha inconsciencia
En un rostro ajeno que ya no puede ofenderte
de otra forma que no cause placer
La degradación del perro
seguiré por un camino
seguiré por el mismo costado
seguiré actuando como si te persigo
seguiré cayendo de una torre sin posibilidades de no hacerlo
seguiré mirando hacia el mar
seguiré quemándome en la playa con las demás personas
seguiré siendo el último bañista en levantarse
todo un día puesto al sol como una roca
seco y tostado como un pedazo de ropa
no observaré el poniente
no hay rayo verde y cruel como la derrota
seguiré por un camino que no me desanime
seguiré por el mismo costado
seguiré diciéndome que no te persigo
hasta que me de hambre
o sueño.