revisando una calle
buscando parejas
contándolas,
gente que no esté sola
caminando a un paso que ambos puedan consentir
hablando a un volumen propio de su apartado
sonriendo porque todo esta bien y no estamos solos
siempre esperando que algo te despierte en la tarde
nunca es nuestro el resto del pie fuera de la cama
cayendo hacia un charco frío de luz, el vaso de agua
orinándose en el piso hace recordar la noche
una cabeza que fumaba y te miraba de lejos,
su cabeza centrada en el espejo fumando
una fila de cabezas hablando porque esperan
¿por qué esperan?
bajo la lluvia o el sol que bate en las sienes
siempre demasiada y poca vestimenta para sudar o mojarse
el mismo carro fue el que me llevó
ahora puede suceder cualquier cosa;
la marea actúa acorde a los gestos del tiempo
porque aquí viene otro haciendo que regresa,
mirando el piso,
nadie a su lado